Al vivir con su amado esposo, Ootsuki Hibiki no recibe ningún amor de él. Lo intentó todo pero no recibió ninguna atención, por lo que a menudo iba al triturador de basura para buscar a su guapo vecino. Un día, Ootsuki deliberadamente se quitó el sostén y fue a su encuentro como de costumbre para seducirlo. Ambos entraron a la casa y se follaron muy felices. Al día siguiente, la sed de amor de la mujer aumentó como un león hambriento durante mucho tiempo. Incapaz de soportar a su frío marido, llamó a su amable vecina para satisfacer juntos su deseo.

NACR-618 El final del vecino borracho